miércoles, 23 de enero de 1991

Uno de mis "presuntos" asesinos fue entrenado en la Escuela de las Américas de Estados Unidos

Según las declaraciones rendidas ante la Procuraduría General de la Nación por el suboficial de inteligencia militar Bernardo Alfonso Garzón, los días 22 y 23 de enero de 1991, Carlos Armando Mejía Lobo fue uno de los militares que me mataron. Este militar tomó dos cursos en la Escuela de las Américas: en 1980 el curso de Cadet Arms Orientation y después de mi muerte, en 1989 tomó otro curso de Psychological Operations.

Esta institución, cuyo nombre fue luego cambiado para intentar borrar el rastro de su historia macabra, ha enseñado a los militares latinoamericanos las prácticas contrainsurgentes de la doctrina de la Seguridad Nacional de Estados Unidos: torturas, desapariciones, conformación de escuadrones de la muerte y asesinatos selectivos. Como lo muestra sin disimulo su escudo, esta es una institución colonial.

El asesinato de miles de disidentes políticos en América Latina a manos de sus alumnos, explica porque muchos ciudadanos de Estados Unidos exigen el cierre de esta institución y que una comisión independiente establezca su responsabilidad en las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en nuesto continente