sábado, 17 de diciembre de 2005

Habla sobre mí Felipe Llano Calvo, un sobrino, también luchador político y social, asesinado en 2008


En un comentario escrito en Internet encontramos estas palabras de Felipe Llano Calvo, activista cívico, poeta, miembro del Polo Democrático, asesinado por sicarios en Cartago en mayo de 2008:

“Por Felipe Llano Calvo. Saturday, Dec. 17, 2005 at 9:18 AM
pipesocial@yahoo.es 312 22 73 222

Hola. Lo felicito por el comentario acerca de Oscar William, como su sobrino y a pesar de tener 27 años de edad y de sólo medio conocerlo, siempre lo he admirado. Por su liderazgo y transparencia decidí hacer política, llevo cinco años, y curiosamente soy constituyente social del valle del cauca, constituyente que fue algo por lo que él siempre quiso y no alcanzo a contemplar. Debería hacer un reportaje sobre los familiares de los lideres asesinados sobre todo en los años 80s, para saber qué piensan de la política que hicieron sus familiares y la política que se hace ahora.”

viernes, 18 de noviembre de 2005

De la lucha clandestina al trabajo de masas, un perfil biográfico de un amigo y camarada

Oscar William, en Europa (c. 1982)
Por Álvaro Villarraga Sarmiento

Se han recordado en días pasados hechos de profundo impacto en la vida nacional que sucedieron hace veinte años, pero poco se menciona que el 20 de noviembre de 1985 fue asesinado en Bogotá Oscar William Calvo, vocero nacional del EPL en las conversaciones y los acuerdos realizados entre el presidente Betancur y la mayoría de los movimientos guerrilleros. Oscar William con particular inteligencia e irreverencia jugó un papel destacado en hechos que pesan mucho en la historia del conflicto armado y en especial en los esfuerzos por su superación por la vía política. Conocí y compartí con él militancia y actividades, llegó a ser junto con Ernesto Rojas quienes lideraron en el clandestino Partido Comunista (Marxista – Leninista) y en el EPL los cuestionamiento al radicalismo, las críticas al dogmatismo y al sectarismo que tanto afectó a la izquierda y fueron decisivos en sentar las premisas de cambios políticos que explican el viraje que esta organización adoptó hacia la lucha política, la apertura democrática y los acuerdos de paz. Como resultado el EPL desarrolló un ejercicio de interlocución y negociación con tres gobiernos nacionales consecutivos.

Oscar William fue un joven talentoso que se vinculó en Cartago a la izquierda insurgente, desde muy joven dirigió luchas sindicales en el Valle y luego sobresalió como cuadro político en varias regiones y asumió la vocería nacional del EPL en la tregua bilateral suscrita en 1984 por el EPL y el M19 conjuntamente y por su parte por las FARC con el gobierno Betancur. En los primeros años ochenta fue el responsable de varios ensayos políticos poco percibidos y valorados en su momento por parte del EPL y su partido clandestino: la creación de la Unión Democrática Revolucionaria con parte de los militantes que salieron a la actividad legalidad a construir un movimiento político que fue lanzado en la plaza La Macarena de Medellín, la edición del Periódico Unión, la conformación de la Juventud Revolucionaria de Colombia, la participación en numerosas actividades políticas nacionales e internacionales y la campaña por la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. El EPL fue pionero de la propuesta de hacer de la Constituyente el escenario de las transformaciones institucionales que posibilitaran el proceso de paz.

El acuerdo de tregua y cese al fuego con el EPL se firmó el 23 de agosto de 1984 en Medellín, en el Museo Zea, a la vez que sus voceros sostuvieron reuniones con los delegados gubernamentales, el Gobernador de Antioquia y contactos telefónicos directos con el presidente y presidieron una nutrida concentración en el Parque Berrío. Había expectativa nacional y hubo transmisión en directo por parte de los principales medios de comunicación, en los que se escuchó a Oscar William plantear que la paz sería posible con la convocatoria de una Constituyente y expresar que el parlamento no estaba en condiciones de emprender las reformas necesarias y que sólo representaba a una minoría dedicada al regateo burocrático entre las fracciones de los partidos tradicionales. Posteriormente, en concentraciones públicas, manifestaciones, conferencias, foros, reuniones y en las comisiones del Diálogo Nacional instaladas con el Gobierno, los voceros del EPL insistimos y particularizamos la propuesta de la Constituyente.

Sin embargo, el diálogo nacional no surtió efecto ante las presiones negativas del Congreso, los gremios económicos y los partidos tradicionales así como ante el ambiente difícil que se creó ante frecuentes incidentes militares y hechos violatorios al cese al fuego, en los cuales perdieron la vida varios voceros regionales del EPL y pobladores de distintas regiones en desarrollo de actividades políticas. Entonces, el 14 de noviembre de ese año tras reiteradas denuncias por las violaciones sucedidas y ante la no conformación de las subcomisiones temáticas y regionales del diálogo nacional, se produjo el retiro temporal de Oscar William Calvo de la Mesa Directiva de la Comisión de Diálogo Nacional. Posteriormente, en Puerto Ánchica, Córdoba, ante centenares de campesinos y una numerosa concentración guerrillera Ernesto Rojas, Oscar William Calvo y otros dirigentes del EPL se retomó el diálogo con los delegados gubernamentales y los voceros de los sectores políticos y sociales participantes en las comisiones.

La dinámica política y el descontento social eran intensos. El 20 de junio de 1985 se realizó un Paro Cívico Nacional y el 24 de octubre de ese año una jornada de protesta convocada por las organizaciones sindicales y los partidos de izquierda, en rechazo a las exigencias del FMI. Oscar William estuvo entre los oradores de la Plaza de Bolívar en Bogotá. Allí aludió al ambiente unitario que se abría paso en la izquierda, insistió en el llamado a la Constituyente y anunció que si había un cambio en las condiciones políticas podríamos acceder a la participación electoral quienes estábamos por fuera del régimen político. Pero el proceso de tregua entró en crisis. El Ejército desplegó cercos militares contra los campamentos del EPL en varias regiones. Entre tanto, con el M 19 se desencadenaron intensos combates y varios integrantes de la Comisión de Paz presentaron renuncia colectiva. Luego vendría la toma del Palacio de Justicia por el M 19 con las nefastas consecuencias conocidas. A partir de este hecho se produjo el retiro de Oscar William de la Comisión de Paz, Diálogo y Verificación, en rechazo a la negativa gubernamental a solucionar políticamente el incidente y a la arbitrariedad oficial en el operativo emprendido, pero también expresó divergencia con este tipo de acción del M 19.

El 20 de noviembre sucedió la toma de la población de Urrao por parte de columnas guerrilleras del M 19 y del EPL, de manera que Oscar William en una rueda de prensa declaró ese mismo día en horas de la mañana que se trataba de un contraataque defensivo ante la presión de los cercos y le propuso al Gobierno nacional intervenir con urgencia para que se revisaran los compromisos con el cumplimiento del pacto de tregua. No obstante, esa misma tarde cayó acribillado en una céntrica calle de Bogotá. Fue asesinado junto Ángela Trujillo y Alejandro Arcila, dos destacados dirigentes nacionales de la JRC. En rechazo se produjeron manifestaciones y mítines en varias ciudades y de especial impacto fue un paro obrero de dos días realizado en Urabá. Entonces, Francisco Caraballo, principal dirigente Partido Comunista (Marxista – Leninista) declaró que la tregua se había roto al ser liquidada su representación oficial y que el Gobierno nacional se hacía responsable de las consecuencias.
El entierro se realizó en Medellín el 22 de noviembre. Lo acompañamos más de 5000 personas con una marcha por la Avenida del Río hasta los Campos de Paz, a pesar de las presiones de las fuerzas de seguridad del Estado y de la lluvia. En el cementerio se realizó un acto político y una escuadra de guerrilleros urbanos le rindió honores militares. Luego, el EPL retomó las acciones de guerra. Al año siguiente, tras la manifestación obrera del primero de mayo en Medellín, un nutrido grupo de personas simpatizantes del EPL regresó al cementerio y realizó un nuevo acto político. Pero fueron disgregados por el Ejército, que irrumpió y capturó a más de cuatrocientos asistentes. Muchos de ellos fueron maltratados, todos reseñados y parte de ellos posteriormente perseguidos y atacados, tanto por operativos oficiales como de los grupos paramilitares. En noviembre de 1994 ante la Fiscalía General de la Nación se presentó la declaración de un testigo con reserva de identidad quien había estado vinculado a las actividades del Batallón de Inteligencia Charry Solano y luego en la Brigada XX del Ejército. Declaró sobre varios casos de desapariciones y asesinatos cometidos contra personas reconocidas por su militancia en la izquierda. Entre los casos revelados aparece el de Oscar William Calvo, sobre quien afirmó que lo tenían controlado las 24 horas y que un día decidieron darlo de baja y agregó que ”..es así como montan un operativo en el que participa el teniente Mejía Lobo Germán y un civil de apellido Rodríguez que le decían “la ciega”. Un grupo lo viene siguiendo a pie y el teniente Mejía y el civil Rodríguez van en una moto color gris de 500 c.c. y sobre la carrera trece al llegar a la droguería el teniente Mejía lo asesina con una subametralladora M.P.5 con silenciador que pertenece a la Brigada, lo mismo que la moto.” (Declaración de un testigo con reserva de identidad ante la Fiscal Regional Delegada. Bogotá, D.C., 21 de noviembre de 1994.)

Por su parte, versiones de entidades de derechos humanos señalaron que Oscar William Calvo, Ángela Trujillo y Alejandro Arcila fueron asesinado por un comando de la Brigada XX del Ejército conformado por dos agentes de inteligencia y que según las confesiones de un ex agente de la XX Brigada, Bernardo Alfonso Garzón, el oficial Carlos Armando Mejía Lobo dirigió personalmente el grupo encargado de la ejecución. Sin embargo, ninguno de los implicados fue posteriormente objeto de investigación por los hechos.

Con el fracaso de la tregua y la muerte de Oscar William se ahogó por un período la propuesta de la Constituyente y las posibilidades de la paz, pero dejó huella en la conciencia ciudadana la idea de que la reconciliación podría ser posible sobre la base de establecer garantías de cambio en las estructuras políticas del país. Seis años después, se produjeron nuevos diálogos de paz y tras la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente se desencadenaron las posibilidades de nuevas negociaciones y se produjeron varios acuerdos definitivos de paz y diálogos con el conjunto de la insurgencia. De esta manera sobrevino el pacto de paz con el EPL y su participación con delegados plenos en la Constituyente de 1991. Pero a pesar de ello este grave crimen, contra la paz, los derechos humanos y la inmunidad que concede el derecho humanitario a quienes asisten a eventos de diálogo o parlamento, al igual que muchos otros, continúa en la impunidad.

Noviembre de 2005

Mi amigo Álvaro Villarraga (1997), investigador
http://colombia.indymedia.org/news/2005/11/34089_comment.php#35714